Unicef y de Global Infancia recomiendan cuidar física y emocionalmente de los niños, niñas y adolescentes, ya que el modo covid-19 de vivir continuará para rato y con el aislamiento, ya sea total o parcial, seguirá la exposición de menores a situaciones de estrés que pueden desembocar en agresiones.
El Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna) reportó un promedio de 3.000 llamadas mensuales a la línea gratuita Fonoayuda 147, que registra principalmente denuncias de maltratos y abusos sexuales.
Algunas de las medidas urgentes que se pueden tomar para disminuir la violencia hacia la niñez son el autocontrol de los adultos, las políticas públicas que impliquen educación para padres y más espacios de esparcimiento.
La mayoría de los adultos está bajo una sobrecarga de estrés debido a los cambios ocasionados por la crisis sanitaria y económica, que se suman al confinamiento.
Los niños y niñas también están sometidos a la misma presión, ya que dejaron de hacer cosas que son esenciales para su vida, como ir a la escuela, jugar con sus compañeros, practicar deportes, ver a los abuelos y una serie de actividades que daban un sentido a sus vidas y a su desarrollo, tanto físico como emocional.
Este encuentro de personas estresadas que deben vivir juntas todo el tiempo genera roces que poco a poco dañan las relaciones y que incluso pueden derivar en hechos de violencia más graves.
Los adultos deben autoregularse cuando están enojados, calmarse para pensar con más claridad, regular las propias emociones y respuestas corporales como sudoración, llanto o quiebre en la voz y encontrar soluciones a los conflictos sin quedar atrapados en las luchas de poder.
“Aprender a corregirse otorga a los niños y las niñas habilidades para construir relaciones saludables a lo largo de sus vidas. Cuando surja un conflicto, como es seguro que ocurrirá: primero auto-regúlese; luego co-regule; y luego traten de resolver el problema juntos”, señala la psicóloga especializada en Disciplina Positiva, Nancy Cuyer.
El Ministerio de Salud sugiere continuar con las medidas de protección higiénica, pero también se debe continuar con los cuidados emocionales a nuestros niños y niñas.
Algunas recomendaciones de Unicef y de Global Infancia son evitar que se expongan mucho tiempo a noticias sobre el tema, aunque el tratamiento sea adecuado. Además evitar involucrarlos en conversaciones de adultos sobre el covid-19, los fallecimientos, la crisis económica y otros problemas derivados.
Otras de las sugerencias es dedicar tiempo a resolver las dudas e inquietudes, colaborando para que expresen sus opiniones y sentimientos sobre el tema. También propiciar juegos dentro de la casa, ya que no solo el ámbito académico es importante para su desarrollo.
Asimismo, establecer una rutina de ejercicios físicos. Ayudarlos a encontrar formas positivas de expresar sentimientos perturbadores como el miedo y la tristeza.
Por otro lado, responder a las reacciones del niño, niña o adolescentes de manera paciente, escuchar sus inquietudes y brindarles atención y apoyo. Igualmente, recordales que los escuchamos, que ellos son importantes y que estamos disponibles cuando algo les preocupa.
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