El lance comenzó con el predominio del Azulgrana, que manejaba el balón por más tiempo y con buenas triangulaciones trataba de generar peligro. Le faltó profundidad a la buena intención que presentó en el arranque el elenco dirigido por Gustavo Matosas, que en esta jornada vio el cotejo desde las gradas por una suspensión.
El Legendario estaba agazapado, como esperando el momento oportuno para golpear arriba. Así lo hizo, con la paciencia como aliado a la hora de crear jugadas y el vértigo en ataque para sorprender al adversario.
Y una ráfaga de un minuto necesitó el Indio para castigar a la dubitativa defensa azulgrana. Un latigazo de Carlos Rolón (21’) sorprendió e hizo levantar a todos de sus asientos para la apertura en el marcador. El zaguero centro, devenido a lateral derecho, le pegó desde fuera del área con precisión y potencia para hacer estéril la estirada de Antony Silva.
Tras la movida del mediocampo, Cerro perdió un balón y Néstor Camacho puso magia sobre el gramado para asistir al chico Antonio Marín (22’), que se metió entre los centrales azulgranas y definió ante el achique de Silva. El 2-0 a esa altura parecía lapidario para un Ciclón desorientado.
En el complemento, los de barrio Obrero cambiaron totalmente su rostro desde el punto de vista de la actitud. Con ese aditamento, el Ciclón por momentos encerró en su acampo al Indio, que tampoco atinaba en las contras que intentaba realizar. Y tuvo que aparecer el capitán azulgrana para intentar la remontada, ya que Rodrigo Rojas (62’), con una media vuelta certera, convirtió el descuento y puso a tiro de empate a su equipo.
Había tiempo para más emociones en el lance y parecía que llegaba la paridad azulgrana. Pablo Velázquez, en la boca del arco, remató al travesaño, mientras que Willian Candia, levantó un disparo sobre el arco de Alfredo Aguilar a la entrada del área chica, en las dos mejores ocasiones que dispuso el Azulgrana para una igualdad que no llegó.
Hay que decir también que así como el Ciclón estuvo a punto de empatarlo, el Aurinegro, sobre el final, desperdició cuanto menos tres acciones claras para aumentar la diferencia y terminó sufriendo por el ajustado marcador. Para las estadísticas, Tomás Bartomues vio la roja ya en tiempo de adición (92’).
De esta manera, Guaraní, que tiene su estilo de juego bien definido, sigue con su buena racha y ahora ya tomó la punta del torneo Apertura con 33 puntos, mientras que Cerro queda en el cuarto lugar con 28 unidades y con el mal sabor de perder un juego clave para sus aspiraciones justo en la previa al superclásico del domingo.
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